el algarrobo en san juan especies nativas clave para restaurar y proteger el monte

El algarrobo en San Juan: especies nativas clave para restaurar y proteger el monte

El algarrobo blanco y el algarrobo dulce son dos especies fundamentales para el arbolado en San Juan. Resilientes, generosos y profundamente ligados al paisaje, son árboles que no solo resisten el clima árido, sino que también regeneran, protegen y ofrecen múltiples beneficios a las comunidades.

Árboles que transforman el paisaje

San Juan es una provincia con grandes desafíos climáticos: muy poca lluvia, altas temperaturas, vientos fuertes y suelos con salinidad o poca profundidad. En este escenario, el arbolado no solo es posible, sino necesario.

El algarrobo blanco (Prosopis chilensis) y el algarrobo dulce (Prosopis flexuosa) son dos especies nativas adaptadas a estas condiciones extremas. Su plantación mejora la calidad ambiental, protege el suelo, ofrece sombra y alimento, y promueve la biodiversidad.

Características del algarrobo blanco (Prosopis chilensis)

  • Altura: hasta 12 metros
  • Fruto: vaina comestible, rica en azúcares
  • Hábitat: llanuras y zonas de acceso a freática
  • Raíces profundas, con gran capacidad de adaptación a suelos salinos

Beneficios:

  • Excelente sombra para viviendas, animales y personas
  • Producción de vainas útiles como forraje o alimento
  • Mejora del suelo por su hojarasca y fijación de nitrógeno
  • Elevada tolerancia a la sequía

Características del algarrobo dulce (Prosopis flexuosa)

  • Porte más robusto y copa densa
  • Adaptado a zonas con menos agua superficial
  • Muy frecuente en áreas del secano sanjuanino

Beneficios:

  • Alta eficiencia en el uso de agua subterránea
  • Proporciona sombra más fresca por su copa amplia
  • Su madera es resistente y muy valorada para usos rurales
  • Ideal para restauración de áreas degradadas

Importancia ambiental y cultural

Ambas especies forman parte del monte nativo sanjuanino. Son árboles fundamentales para sostener los servicios ecosistémicos:

  • Regulan la temperatura local: bajo su copa, la diferencia térmica puede ser de hasta 4 °C menos.
  • Aportan sombra vital en zonas rurales.
  • Mejoran la infiltración del agua y evitan la erosión del suelo.
  • Sirven como hábitat para aves y otros animales.
  • Capturan carbono y producen oxígeno.

Además, el algarrobo ha sido históricamente usado por los pueblos originarios para alimentación, medicina y construcción.

¿Dónde conviene plantar algarrobos?

Estas especies pueden y deben utilizarse en:

  • Márgenes de rutas y caminos rurales
  • Alrededor de viviendas o corrales
  • Cercos vivos en fincas o campos
  • Proyectos de reforestación
  • Espacios verdes urbanos o comunitarios

¿Requieren mucho riego?

No. Son especies muy tolerantes a la sequía. Sin embargo, en sus primeros dos años necesitan riego ocasional, especialmente en primavera-verano.

También conviene:

  • Preparar bien el suelo
  • Proteger los plantines de animales o viento
  • Aprovechar zonas con escurrimiento o cercanas a capas freáticas

El algarrobo como símbolo de futuro

El algarrobo no es solo un árbol: es una solución local, natural y sostenible frente a la crisis ambiental y climática. Restaurar el monte con estas especies significa crear condiciones más habitables, proteger el suelo y fomentar una relación más armónica con el entorno.

Desde la Ruta del Algarrobo te invitamos a sumarte a esta misión: plantar, cuidar y valorar nuestras especies nativas.

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